En España, el uso del casco en bicicleta es obligatorio para menores de 16 años en todo momento, independientemente del lugar donde se circule. Para los mayores de 16 años, el uso del casco es requerido solo cuando se circula por vías interurbanas. Sin embargo, hay ciertas excepciones, como los descensos prolongados, las razones médicas demostrables o el calor extremo, que permiten no usar el casco.
A partir de 2022, el uso del casco homologado también es obligatorio para los riders profesionales, es decir, las personas que utilizan su bicicleta para trabajar durante el día.
El incumplimiento de la normativa puede resultar en una multa de 200 euros. Por eso es importante asegurarse de llevar siempre un casco homologado según la normativa europea. Estos cascos son sometidos a pruebas rigurosas, que incluyen impactos con aceleraciones de hasta 250 g, para garantizar que pueden proteger eficazmente la cabeza en caso de un accidente.
Llevar un casco puede ser la diferencia entre sufrir una lesión grave o incluso la muerte en un accidente en bicicleta. Por eso es importante respetar la normativa y proteger nuestra salud al pedalear. Aunque a veces no sea cómodo o incómodo, el uso del casco es necesario para garantizar la seguridad en la bicicleta.