Recientemente cambié mi neumático trasero de la Gravel Bike. Volví a poner la misma cubierta, una MSC Dragster que tan buen resultado me ha dado todo este tiempo, sin un solo pinchazo.
Me puse manos a la obra a cambiar la cubierta tubelizada, y no conseguía que talonara por mucho que inflaba el neumático con el compresor. Hasta tal punto que empezó a oler a chamusquina. Cierto es que el aro de mi llanta está “tocado” porque en una ocasión bajé pinchado varios kilómetros y le hice unos cuantos piquetes a la rueda, por lo que no es estanca al 100%. Al final tuve que recurrir a un viejo truco que te cuento en este episodio de podcast.