Este post, que tenía intención de publicarlo mucho antes, y que una vez entra uno en el día a día empieza a retrasar y terminas casi olvidando, hoy es un bálsamo en el momento que me toca recuperar las vivencias del Lanzarote 4 Stages , que no es otro que en el confinamiento derivado por el COVID19, que como balón de oxígeno, píldora de motivación y anhelo para volver ahí afuera, con más ganas si cabe, al medio natural que tanto nos nutre y sin el cual nuestra vida no sería ni la mitad de maravillosa que hoy es. Como una religión para mí y mi familia, que en estos momentos de parada, reflexión, reciclaje y comprensión de la nueva era en la que entramos y que si no somos conscientes de ello, como bien decía una sabia que he escuchado con suma atención en estos días, es que no estamos conectad@s, y ello no nos llevará a pasar este filtro que la vida nos pone por delante para nuestro reseteo, parada y preparación para lo que está por venir.
Estoy convencido y me agarro a todos esos refranes y sabias frases del tipo: “lo que sucede, conviene”, “no hay mal que por bien no venga” o “no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante”, para pensar que después de toda esta situación que ahora vivimos, vendrá algo mejor y seremos afortunad@s por ello, sin miedo a los cambios a los que estamos asistiendo, que asumimos y asumiremos como parte de nuestra evolución, que además tan bien está haciendo al Planeta; no hay más que ver el bajón en la polución y contaminación, la recuperación de la fauna y la vegetación de entornos de los que los habíamos casi expulsado, ballenas a orillas de nuestra costa de nuevo, aves de todos los tipos y variedades que no veíamos antes, etc., y sobre todo, el silencio, sí, o para ser más exacto, la banda sonora del entorno natural, la quietud, la brisa, el mar, las olas…
Mucha fuerza, mucha salud y buenos deseos para tod@s.
LANZAROTE 4 Stages
Con este post inicio la serie que deseo escribir por cada una de las salidas que haga tanto a otras islas, península, extranjero como en la misma maravillosa Gran Canaria, que me valdrán de excusa para redactarlas y aprovechar compartirlas con tod@s.
Cualquier excusa para ir a Lanzarote es buena, cualquiera, ya que la isla a cada visita enamora un poco más y no es poco el amor hacia esta isla. En este caso, aún más, ya que a través de la 4 Stages La Santa MTB Race, descubres las entrañas de la cara noroeste y centro de esta mágica isla mediante caminos, veredas y pistas que si no fueras en bici o caminando, no tendrías oportunidad de disfrutar; desde el jable y la arena de su costa, al malpaís, peculiares zonas de cultivo, gerias grandes y pequeñas, hasta el picón de todos esos volcanes que subes, atraviesas o circundas. Una vez finalizada la prueba te reafirmas en la buena decisión de haberte inscrito en la misma, ya que la oportunidad de estar esos cuatro días descubriendo y re-descubriéndola bien merecen la pena sin olvidar la satisfacción de acabarla, cruzar la meta de una pieza y la máquina igual, sin contratiempos más que los propios de cualquier salida montañera.
En cuanto a lo meramente deportivo, Lanzarote 4 stages para quien no la conozca, es la única en el archipiélago que puntúa para el campeonato del mundo de MTB, o sea, es prueba U.C.I., con lo cual el plantel de corredor@s es de un alto nivel y muy variopinto, los mejores riders canarios o casi, equipo nacionales tanto profesionales como semiprofesionales, más equipos europeos de muchos países: Francia, Italia, Alemania, Inglaterra, Escocia, Croacia, Polonia, Dinamarca, Suecia, Holanda, Noruega, Finlandia…con los que logré quedarme. Esto hacía que prácticamente hubiese dos carreras: la de l@s “pro”, profesionales, y la del resto, semiprofesionales y aficionad@s (mi caso). Dentro de esta última también el nivel era alto, tanto de pedaleo como técnico, siendo el grupo más numeroso y donde cada un@ encontraba su satisfacción personal viéndose al final de cada etapa en la clasificación, llegando de una pieza, llegando sin más, pero sobre todo alcanzado el mayor premio que no era otro que disfrutar de esos cuatro días en esa preciosa isla pedaleando con un tiempo y climatología envidiables y espectaculares en pleno mes de enero en Europa. Más sobre la prueba en www.clublasanta.com, https://www.todomountainbike.net/competicion/luca-braidot-caroline-bohe-ganan-4-stage-mtb-race-lanzarote-2020, https://www.bikezona.com/calendario-ciclismo/ix-4-stage-mtb-race-lanzarote-2020/11380/, https://www.cycling-friendly.com/es/actualidad/2937/4-stage-mtb-race-lanzarote
Esta ocasión tuve doble fortuna: por una lado me acompañaba mi familia: mi chica y mi hijo, los cuales me hicieron de “equipazo”: asistencia, seguimiento, logística, animación, y sobre todo, mucho amor con el que durante el fin de semana me dispensaron y que luego lunes y martes echaría mucho de menos. Eternamente agradecido.
Una vez acababan las etapas nos quedaba más de medio día para disfrutar de ricos baños de risco, muelles o donde fuera, olas, ricas comiditas (no faltó nuestro homenaje conejero de arroz caldoso con bogavante en El Golfo), atardeceres espectaculares en lugares igual de espectaculares, grandes regalos para nuestras almas y espíritus.
La segunda fortuna de este viaje fue compartirla con amigos: por una lado con los del equipo Arista (Ferke, Miguel, Rubén)… por otro lado con los amigos que a partir de este viaje se han convertido en algo más que entrañables: los hermanos Castro (Jose y Tito) y Raúl Araña. Con ellos tres compartiría el resto de jornadas en las que ya no estaban Margara y Teo. Tarde de pesca, menudos cracs los hermanos Castro, desde eligiendo el pescadero (en la costa de Caleta de Caballo), hasta las artes en la captura: en menos de tres horas un lebrancho de más de dos kilos, un sargo, ocho salemas, más todos los que se devolvieron al mar por precoces, nivelazo el de los Castro. Esto nos llevaría también a compartir buenas cenas con tantas capturas, demostrándonos aquí también sus artes en los fogones: caldo de pescado de quitarse el sombrero, salpicón de pescado “Castro” con humus, riquísimo, sargo al horno con papas panaderas y una fritura variada con el resto. ¡Qué arte hermanos!. Todo esto regado con unas cervecitas, vino blanco de la isla, por supuesto, además de grandes temas de conversación: experiencia en pruebas maratón de BTT, técnica, estrategias, bicis, mecánica, etc. El amigo Raúl aleccionó de manera magistral a un gran aficionado como yo que agradezco de corazón. Y por supuesto, muchas risas, muchas, estos amigos de buen humor y experiencias variopintas van también muy curtidos y que se agradece el compartirlas, al igual que el afecto, cariño y buena amistad que me brindaron y que al final es lo que realmente te llevas grabado, bien grabado en el corazón, y que hará de esa 4 Stages 2020 inolvidable e irrepetible. Eternamente agradecido amigos.
Tuve tiempo además de visitar a los amigos de Guatiza, más en concreto, en la Playa de los Cocoteros, Cris y Carlos además de sus hijos Pedro y Julia, con los que compartí una rica cena y velada anterior a mi vuelta al día siguiente. Gracias familia.
En fin, días inolvidables en la Lanzarote 4 stages , cargados de momentos mágicos, mucho amor, cariño y amistad que oxigenan mi cuerpo y mi alma y que facilitan mucho el camino de la vida.
Gracias Vida.
Salud, Guz.