Alberto Coca
No corro porque vivo, vivo porque corro. Mi relación con el deporte y la montaña ha sido siempre tan sencilla como el disfrute de aquello que te acelera el pulso y eriza el pelo en tus brazos.
Si bien es cierto que de pequeño practiqué distintas disciplinas deportivas con la aspiración del triunfo propia de la competición, con los años descubrí que disfrutaba más del camino que de la propia meta en sí, y en cada nueva ocasión compruebo como la emoción e ilusión de imaginar lo que sentiré al cruzar la meta mientras supero mis peores momentos, es mayor que la de conseguir hacerlo finalmente. ¡Bendita suerte la mía que soy capaz de disfrutar más de las 5, 10, 20, 30 horas de sufrimiento en carrera que del efímero momento de cruzar un arco de meta!
Es por ello que actualmente mi foco no está puesto ya en el logro de un objetivo cuantificable, sino en disfrutar de nuevas experiencias y actividades, y del aprendizaje que todas ellas aportan.
Tras año y medio parado por lesión, 2020 se prevé lleno de carreras, aventuras y nuevas experiencias. Bicis de montaña, carretera,.. bolsas de bikepacking, zapatillas de asfalto y trail, chalecos de hidratación y bastones,.. neoprenos y gafas de natación,.. me acompañarán durante estos meses, pero por encima de todo destaca la ilusión de que tras ello esté el apoyo de una marca, un proyecto y una persona con las que me siento muy identificado y a quien considero inseparable. Al hecho de compartir al 100% los valores que hay detrás de Chela Clo, añado una enorme amistad con Jorge. Nuevamente..¡Bendita suerte la mía¡