Muchas veces pecamos de confianda a la hora de salir con nuestras bicis. Como la última vez que la cogimos, funcionaba bien, no la revisamos. Hoy te vamos a enumerar los puntos claves de tu bici, que tienes que revisar mínimo, una vez a la semana si no quieres romperla. O lo que sería peor, caerte y hacerte daño.
Revisa la presión de los neumáticos
Este es uno de los puntos en los que más gente se descuida. Acostumbrados a mirarle la presión una vez cada 5 meses al coche (Si no más…!), pensamos que en las bicicletas es lo mismo. Y nada más lejos de la realidad. Las bicis, sobretodo las que no montan cámaras de aire o van Tubeless, tienden a perder presión de aire más fácilmente. En primer lugar porque los neumáticos de bici son más ligeros y tienen menos material que los de los coches. Por ello, es más fácil que haya micro poros que permitan escaparse al aire. También es más común, si no usas las cubiertas más reforzadas, que al haber pasado por alguna planta con púas, estés perdiendo poco a poco la presión. En las rutas en bici por Gran Canaria, si no llevas la presión adecuada ¡Estás perdido!
¿Qué problemas puede causar llevar poca presión?
Principalmente te juegas dar llantazos contra alguna piedra por la que pases. Lo cual puede llevar a romper el Aro y tener que sustituirlo. Al darle estos golpes a la llanta, aunque no las deformemos, es posible que la descentremos. Lo cual puede frenar la bici en caso de usar frenos de zapata, o directamente perder rigidez y estabilidad. También iremos más lentos, ya que la cubierta desinflada genera más rozamiento.
Comprueba la transmisión de tu bici
Suele ocurrir, sobretodo en las bicicletas que no se usan mucho, que la cadena empieza a acumular suciedad y grasa. O todo lo contrario, si no se suele echar aceite a la cadena cada ciertos kilómetros. Ambos casos ocasionarán que la transmisión tenga un exceso de rozamiento, lo cual hará que avancemos menos, con más esfuerzo. Y lo que es peor, los materiales sufrirán más, por lo que es posible que partamos la cadena, desgastemos prematuramente la piñonera y plato, e incluso, en casos extremos, hasta arranquemos el cambio o patilla de cuajo. (Lo he visto en más de una ocasión). A parte, muy probablemente la transmisión hará mucho ruido, bastante desagradable. ¡Te está pidiendo a gritos que la limpies y engrases!
Si usas suspensiones de aire, comprueba presiones
Tanto la horquilla como el amortiguador de aire, tienden a perder el aire con el uso. A medida que va pasando el tiempo, las juntas de las suspensiones se van degradando. Por ello, pierden poco a poco presión de aire. Lo cual hará que la bici vaya con un SAG mayor (Más blanda, pedaleando peor), e incluso podría llegar a un punto si nos descuidamos mucho, a hacer topes de forma dura y violenta. Este sería el peor caso, ya que estamos haciendo sufrir las supensiones, la bici y a nosotros mismos. También afecta el comportamiento de la bici de muchas formas. La más notable es que la horquilla delantera se nos hundirá mucho más en las curvas cerradas, pudiendo incluso sacarnos de boca por encima del manillar. Es interesante que vayas mirando las presiones una vez a la semana y anotes cuanto pierde. De esa forma, sabrás cada cuanto debes mirar las presiones.
Otros puntos de mantenimiento a tener en cuenta
Aquí te voy a comentar dos puntos más, que siendo igualmente importantes, si es cierto que no hace falta que los mires a diario o semanalmente.
Desgaste de las pastillas de freno
Dependiendo de si usas pastillas orgánicas o metálicas, se te gastarán más pronto o más tarde. Si no nos damos cuenta de cuando nos estamos quedando sin pastillas, a parte de llevar la bici frenada, podemos llegar a estropear el freno de disco y las pinzas de freno. A parte, obviamente, de que la bici no frenará bien y nos podemos caer.
Limpieza y lubricación de rodamientos
Particularmente en las bicicletas de doble suspensión, esto suele ser causante de muchas roturas de vainas o basculantes traseros. Ya que el no tener correctamente engrasados los rodamientos del mismo, afecta directamente al funcionamiento del basculante, de tal modo que el movimiento de suspensión, lo termina haciendo el cuadro hasta que parte.
Tras épocas de lluvias, es interesante hacerle un mantenimiento general a los rodamientos. Desmontando la bici, limpiándola y engrasándolos. Si fuera necesario, sustituirlos siempre será más barato que romper nuestro preciado cuadro.
Otros rodamientos a tener en cuenta, en este caso en todo tipo de bicis, serían el pedalier y la dirección. Que con sus ruidos o fricción, nos empezarán a indicar que necesitan ser limpiados y revisados.
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